Desde el primer
dispositivo que hemos conocido como “smartphone”, estos han llevado
siempre una lacra encima que perdura hasta el día de hoy. La batería, o más bien la autonomía, es una asignatura pendiente en
los dispositivos móviles, una escasez que muchas veces lleva a la
desesperación de los usuarios. No cabe duda de que es un factor muy importante
a la hora de decantarse por un dispositivo, característica cada vez más decisiva,
sobre todo para aquellos que necesitan su equipo como herramienta para el mundo
laboral.
Así, y aunque muy
poco a poco, las fabricantes van aumentando la capacidad de sus baterías, y a
medida que avanza la tecnología, vamos encontrando más miliamperios en espacios menores. Sin embargo,
todavía nos cuesta encontrar un smartphone tope de gama cuya
autonomía merezca la pena mencionar. Podemos destacar a algunos como el LG G2, que con sus
3000 mAh, es de los terminales –sin llegar al sector phablet– que más aguantan lejos del cargador. Sea como
sea, a día de hoy es difícil pensar en un
teléfono inteligente que nos dure más de 48 horas encendido sin cargarlo con un
ya no exigente, sino normal uso.
En busca de soluciones
Bajo esta
problemática, la empresa StoreDot ha decidido
situarse al frente de un punto de vista que quizás no es el que esperamos,
pero que parece un paso lógico en la evolución, y por lo que se ve, más
sencillo que aumentar los amperios sin aumentar el tamaño.
Esta compañía está
en fase de desarrollo de una novedosa tecnología que, sin entrar en demasiados
detalles, es capaz de almacenar gran
cantidad de energía en muy poco tiempo. Así se consiguen cosas como lo que
vemos en el siguiente vídeo de demostración, con un Samsung Galaxy S III como protagonista, eso sí, modificado para la ocasión:
Increíble, ¿a que sí? La mala noticia –siempre tiene que
haber una– es que, a pesar de que parece un proyecto de un nivel de madurez
alto, nos volvemos a encontrar con el
inconveniente del espacio. Hasta el momento, StoreDot ha conseguido realizar
estas cargas en menos de 30 segundos, pero en baterías considerablemente más
grandes que las que portan hoy en día nuestros smartphones.
Sin embargo,
esperan que de aquí a 2 o 3 años, es decir, con
suerte en 2016, logren hacer lo mismo en tamaños similares a los actuales. De
esa forma, quizás en no mucho tiempo podamos ver cómo nuestros equipos, desde
móviles hasta portátiles, se recargan en cuestión de
segundos o minutos. Además, han asegurado que la tecnología no será excesivamente cara,
costando en torno al doble de las baterías convencionales.
Fuente: Andro4All
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